La tecnología y el mundo digital son cada vez más importantes. Entre otros beneficios, nos ahorra tiempo y desplazamientos, pero también nos puede complicar la vida. Si nuestras competencias digitales no son suficientes, puede dejarnos fuera de procesos de selección o hacernos parecer obsoletos o dependientes.
Competencias digitales básicas
¿Basta con saber buscar en google?, ¿con enviar correos electrónicos, tener Whatsapp, Facebook o Instagram? ¿O es necesario saber programar para estar actualizado? ¿Cuáles son las competencias digitales mínimas que hay que tener? Aquí es donde se complica, más aún cuando hay nuevas carreras, empleos y sectores profesionales que interactúan entre sí. Los avances tecnológicos son tan rápidos, que es difícil mantenerse al tanto, pero no es necesario conocerlos todos.
La alfabetización digital es usar la tecnología con confianza y creatividad para trabajar, aprender y vivir en una sociedad cada vez más dependiente del ordenador. De ahí, que las tecnologías digitales se consideren tan fundamentales como leer y escribir.
No es solo tener internet
De acuerdo con el Banco Mundial, en su informe ‘Data for Better Lives 2020″, el 40% de la población mundial no tiene acceso a internet. En España, a pesar de tener una conexión media elevada en Europa, más de 5,5 millones de personas no tienen internet. Esta desigualdad en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) provoca una considerable brecha digital entre las personas que afecta sobre todo a personas mayores, mujeres, personas con discapacidades, poblaciones rurales, minorías raciales y poblaciones de baja condición socioeconómica.
A la inclusión digital o alfabetización tecnológica no solo le afecta la falta de conexiones y equipo técnico. No basta con tener internet. La falta de: habilidades, confianza y motivación, así como los diseños deficientes o poco accesibles, alejan a muchas personas e impiden que se beneficien de los avances tecnológicos, aumentando la brecha digital entre la población.
Ya no es suficiente tener conocimientos básicos. Aprender a identificar información veraz y confiable, saber cómo administrar tu identidad en línea, así como proteger tu seguridad y privacidad personal son competencias fundamentales.
La alfabetización digital no es estática, requiere actualización constante. De ahí que tener una base de conocimientos técnicos te permitirá aprender nuevas habilidades según sea necesario.
Tampoco hay estándares establecidos. Dependerá de la persona, su contexto y necesidades.
La alfabetización digital no es saber todo sobre las computadoras, es reconocer cuándo no sabes algo y saber a dónde acudir o a quién preguntar para resolverlo.
En las escuelas se está impulsando mucho enseñar a codificar y cada vez hay más academias que lo imparten, pero codificar es solo una de las muchas habilidades que componen los conocimientos digitales. Por supuesto que ayuda, pero puede no ser necesario, cada vez los desarrolladores web se esfuerzan en ofrecernos programas más intuitivos y amigables.
La ventaja del saber digital es que todo está en internet. Podemos encontrar cursos, tutoriales, foros y comunidades que pueden ayudarnos. También podemos apoyarnos en nuestras redes, familia, amigos, compañeros de trabajo. Seguramente alguno de tus contactos sabe la respuesta que buscas.
La alfabetización digital se desarrolla mejor en contexto, interactuando con los otros. Si deseas mejorar tus habilidades en un área en particular, hazlo en el contexto en dónde vas a usar esas habilidades. Y cómo todo, ¡mientras más practiques, mejor lo harás!
Internet es para todo el mundo
¡No te quedes fuera!
#InclusiónDigital
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